"Volví al psicólogo y me derivó a un psiquiatra y él me dijo que invirtiera en mi locura para liberarla.
Me puse a dibujar, pero no podía pintar manteniéndome dentro del límite de los bordes.
Me compré una guitarra, pero tenía miedo de que las cuerdas me cortaran los dedos.
Escribí, y dentro de mí pasó algo.
Escribí, escribí mucho.
Y aquello que había liberado volvió sobre sus pasos y me invadió.
Matándome."
Tu aliento , Melissa P.
esa cancion de los temper es la más bonita
ResponderEliminarque lindo es el nombre melissa los siquiatras no sirven mucho y menos los sicologos y menos los panaderos mejor son las chuletas y los perritos,